Microchip para perros
Tener una mascota implica una responsabilidad muy grande. Su cuidado no solo involucra una buena alimentación y mucho cariño, sino también atender su seguridad. Para facilitar la protección de animales de compañía se ha desarrollado el microchip para perros que ayuda en distintas situaciones de riesgo o de control.
Este dispositivo es uno de esos artículos utilizados para protegerlos, mantener toda la información sobre ellos y su salud siempre a disposición de sus cuidadores. Su aplicación es bastante sencilla y no implica riesgos de ningún tipo.
Si quieres saber más sobre el microchip para perros y cómo solicitarlo, te recomendamos que leas las siguientes líneas.
¿Qué es el microchip para perros?
El microchip para perros es un dispositivo que mide alrededor de 5 mm y su mecanismo está recubierto con vidrio suave biocompatible. Este pequeño objeto cuenta con un número de identificación de 15 dígitos para identificar a cada mascota.
Es un dispositivo indispensable para conocer con exactitud los datos de la población canina de una región.
Funciona para la vida del animalito y permite monitorizar su actividad al vincular sus datos con los de su cuidador. Así se podrá rescatar en caso de pérdida o robo. También, en casos de abandono, se puede saber quién es su encargado y dónde encontrarlo.
También es muy útil para guardar la información relacionada con la salud del perro y para recibir datos sobre la alimentación adecuada para su raza, jornadas de vacunación y otros consejos novedosos de gran utilidad.
En la actualidad, la mayoría de clínicas veterinarias conocen el procedimiento y están certificadas para implantar este dispositivo a un gran número de perritos en todo el territorio español.
¿Cuál es el precio del microchip?
Implantar este microchip en una mascota no es un procedimiento de elevado precio, así que no hay excusa para no hacerlo. El coste puede oscilar entre los 30 y los 50 €, ya que las clínicas veterinarias tienen diferentes tarifas por colocar el microchip para perros..
Además, si se lleva a casa a un perrito que provenga de un albergue canino, es muy posible que ya tenga implantado en su cuerpo el microchip, ya que en muchas localidades se les incorpora este dispositivo a los perritos huérfanos. Por lo que no es necesario gastar dinero en el procedimiento.
Lo único que se debe hacer es actualizar los datos del chip y este trámite tan solo puede llegar a costar unos 15 €.
¿Es obligatorio el microchip para perros?
El microchip para perros fue un invento creado en los 90 y se comenzó a utilizar en distintos países europeos para la identificación de animales. Actualmente, se ha convertido en una herramienta indispensable para la protección de mascotas y por eso muchos gobiernos lo han implementado en su sistema legal.
No hay de qué preocuparse con este sistema de identificación, es muy seguro y desde hace años se viene aplicando. Esta tecnología a día de hoy es la forma más fiable para proteger a las mascotas y de otorgarles una identificación legal.
Este microchip para perros es una obligación que sus cuidadores deben atender por ley. En el caso de España, es requerido por todas las comunidades autónomas y distintos ayuntamientos, lo que sí puede variar son las cantidades monetarias exigidas como sanción por no ponerle el chip al animalito.
Además, el chip debe adecuarse a las normas ISO 11784 y 11785. Para acceder a España con un perro desde otro país que ya tiene implantado el chip, pero no se encuentra adaptado a las normas ISO, el responsable deberá tener consigo un lector que permita la correcta identificación.
Este dispositivo se implementa también en gatos y hurones, pero no en otros animales, como por ejemplo, conejos o cobayas. Sin embargo, muchos veterinarios lo recomiendan para proteger al animal, así como por razones de control sanitario.
¿Cuándo se pone el microchip?
Es necesario conocer los plazos legales para el cumplimiento de esta normativa, de esta forma se evitarán multas u otros incidentes que puedan poner en riesgo la seguridad de la mascota.
Para los cachorros, el plazo máximo establecido por la ley es de 3 meses de edad. Se puede poner a partir del mes y medio de vida y, muchas veces, coincide con la fecha indicada para la dosis de la vacuna contra la rabia.
En el caso de que el animal sea adoptado o acogido y ya es un perrito adulto, se debe acudir al veterinario para ponerle el microchip lo más rápido posible, puesto que la ley exige hacerlo antes de 1 mes, a partir de la adopción.
Pero, si se adopta en una institución protectora de animales, probablemente el perro ya tenga puesto el chip y lo único necesario es realizar los trámites para asimilar los datos del cuidador al los del animalito.
¿Dónde se coloca el microchip para perros?
El microchip subcutáneo para perros es un elemento inerte, por lo que su implantación es inofensiva para la vida o salud de la mascota. Este tipo de implantación se ejecuta con la ayuda de un aplicador estéril, parecido a una inyección.
Se coloca en la zona lateral izquierda del cuello del perro, también conocida como el área “cruz”. Esta inserción produce la misma sensación que un pinchazo, por lo que no requerirá de una sedación o anestesia, solo la limpieza de la zona con algo de yodo.
El dispositivo no le causará ningún efecto secundario o dañino al animal y lo mejor es que funcionará a lo largo de toda la vida del cánido. Es decir, que no hay necesidad de remplazarlo.
Todo esto se debe a que el transponder o michochip cuenta con partes electrónicas que guardan toda la información en código alfanumérico y que van recubiertas por una delicada pero resistente cápsula de vidrio biocompatible, la cual asegura su total inocuidad.
De igual forma, para evitar cualquier clase de infección es fundamental que el proceso se realice con la mayor asepsia posible y que en las 24 horas subsiguientes a la implantación no se aplique ningún producto de higiene al perro, como por ejemplo, antipulgas, desodorantes o cualquier otro. Durante este tiempo tampoco se debe llevar a jugar al parque o someter a ejercicios muy movidos.
Es necesario resaltar que los veterinarios son los únicos que pueden suministrar y colocar el microchip. Así que es una obligación acudir a una clínica veterinaria de confianza para cumplir con esta normativa que está diseñada para proteger a estas mascotas tan especiales.
Requisitos para poner el chip a un perro
Incorporar este microchip a un perro exige de ciertos aspectos que se deben tener en cuenta. De esta forma, en el momento de hacerlo se evitarán pérdidas de tiempo innecesarias. Entre las condiciones están:
- El encargado de la mascota debe contar con la mayoría de edad.
- El perro debe estar censado en el ayuntamiento correspondiente, aunque también existe la posibilidad de ser censado una vez puesto el microchip.
- El perro debe tener en regla la cartilla veterinaria o el pasaporte, en este último caso el número del chip se añadirá a en este documento.
- Cada cierto tiempo los datos del chip deben ser actualizados, sobre todo si se realiza un cambio de domicilio.
Si se necesita inscribir al perrito en el registro municipal es esencial llevar consigo los siguientes documentos:
- Fotocopia del DNI del cuidador o responsable de la mascota.
- 1 fotocopia de la cartilla veterinaria del perro o en su defecto el pasaporte.
- 1 fotocopia del alta administrada por la REIAC (Red Española de Identificación de Animales).
- En el caso de un cambio de dueño, ya sea por fallecimiento u otras circunstancias, el nuevo responsable deberá llevar consigo una copia del certificado de defunción.
- Si se quiere hacer un cambio de titularidad de la mascota, el antiguo y el nuevo cuidador o responsable deberán presentarse y luego firmar un documento ante la autoridad competente. Deben presentar la copia de sus DNI.
Requisitos para casos especiales
- Si se requiere cambiar la titularidad del responsable de un perro, no hay necesidad de cambiar el chip, solo se actualiza la información y el precio es igual a cuando se introduce el microchip por primera vez.
- Otro de los casos que requiere de una actualización es el cambio de domicilio. Si el traslado es de una comunidad a otra, es necesario retirarse legalmente de la antigua comunidad y solicitar el alta en la nueva.
- Si la situación es un cambio de país, antes de partir se debe tramitar la baja y, una vez se llegue al nuevo país de residencia hay que llevar al perro al veterinario, quien indicará los nuevos pasos a seguir según las leyes de esa nación.
Después de conocer la importancia del microchip para perros, la seguridad que otorga a estas mascotas, solo se puede decir que es una medida legal muy beneficiosa para aquellos que deciden sumar a su familia a uno de estos fieles compañeros.
En caso de robo el microchip será de gran utilidad para reconocer a nuestra mascota. Ahora bien, si encima utilizamos un Collar con GPS para perros la posibilidades de encontrarlo aumentarán considerablemente.
Mantenimiento y verificación del microchip
El mantenimiento adecuado y la verificación regular del microchip son aspectos cruciales para garantizar la eficacia de este dispositivo. Aquí te presentamos dos pasos vitales que debes seguir:
Actualización de la información
El microchip para perros tiene como propósito principal proporcionar un medio de identificación seguro. Sin embargo, el dispositivo sólo será útil si la información de contacto asociada está actualizada y es correcta. Imagina la situación: tu perro se pierde, alguien lo encuentra y lleva a un veterinario para escanear el microchip, pero los datos de contacto no son válidos. Sería una oportunidad perdida para reunirte con tu mascota.
Por lo tanto, es crucial que actualices la información del microchip siempre que cambies de dirección o de número de teléfono. Así, te aseguras de que si alguna vez tu perro se extravía, el microchip puede cumplir su función y facilitar una feliz reunión entre tú y tu fiel amigo.
Verificación periódica
Al igual que cualquier otro dispositivo electrónico, el microchip puede fallar o malfuncionar. Además, aunque es raro, también puede desplazarse de su lugar original de implantación en el cuerpo de tu perro. Para asegurarte de que el microchip todavía está en su sitio y funciona correctamente, es recomendable pedirle a tu veterinario que escanee el dispositivo durante las visitas regulares de chequeo.
Esto no sólo te dará tranquilidad, sino que también te asegurará que, en el caso de que tu perro se pierda, el microchip podrá desempeñar su papel de manera eficaz. La verificación periódica del microchip es una práctica de mantenimiento preventivo que puede marcar la diferencia entre una búsqueda exitosa y una oportunidad perdida.
Conclusión
Microchipar a tu perro es una decisión personal que cada dueño de mascota debe tomar. Con la información adecuada y la orientación de un veterinario de confianza, puedes tomar la decisión que sea mejor para ti y tu mascota.
Preguntas frecuentes
¿El microchip puede rastrear la ubicación de mi perro?
No, el microchip no tiene capacidad de rastreo GPS. Simplemente contiene un número de identificación único que puede ser leído por un escáner especial.
¿Es obligatorio colocar el microchip a mi perro?
Esto varía dependiendo del país o región en la que vives. En muchos lugares, es obligatorio por ley microchipar a los perros. Te recomendamos que consultes la normativa local para obtener información precisa.
¿Qué pasa si no actualizo la información de contacto en el microchip de mi perro?
Si la información de contacto asociada al microchip no está actualizada, puede dificultar o incluso hacer imposible el proceso de reunirte con tu mascota en caso de que se pierda. Por lo tanto, es esencial mantener la información del microchip al día.
¿Cómo puedo saber si el microchip de mi perro todavía funciona?
La mejor manera de verificar si el microchip de tu perro todavía funciona es pedirle a un veterinario que lo escanee durante una visita de rutina. Los veterinarios tienen los escáneres adecuados para leer la información del microchip.
¿Es doloroso para mi perro cuando se inserta el microchip?
La inserción del microchip es similar a una inyección y se realiza con una aguja de gran calibre. Si bien puede causar una molestia momentánea, la mayoría de los perros toleran el procedimiento muy bien. En general, el leve dolor momentáneo se considera mínimo en comparación con los beneficios a largo plazo que ofrece el microchip.
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