Adiestramiento canino, socialización de un perro
El entrenamiento de una mascota para conseguir la socialización de un perro, le da al animal la base para poder sentirse bien con los demás y es importante para el bienestar total de esta mascota tan fiel y emocional.
Socializar para un perro es sinónimo de hacer contacto con el mundo que le rodea, asegurándose de que pueda sentirse a gusto incluso en situaciones nuevas, en presencia de otros perros, animales o personas.
- La importancia de la socialización
- ¿Qué ocurrirá si no socializas a tu cachorro? Consecuencias negativas
- La socialización desde cachorro
- ¿Cómo socializar a un cachorro?
- Consejos para socializar un cachorro
- Problemas comunes y soluciones durante la socialización
- La socialización de un perro adulto
- Consejos para socializar un perro adulto
- Recursos para la socialización y el adiestramiento canino
- Conclusión: El camino hacia un perro bien socializado
- Preguntas frecuentes
- Otras formas de educar a tu mascota
Un par de semanas después del nacimiento, el perro comienza la fase de socialización, aprendiendo así a interactuar con la gente y con el entorno que le rodea. Lo que ocurre en esta fase es de importancia fundamental porque influirá en el resto de la vida del perro.
Relacionarse con sus cercanos permite prevenir comportamientos agresivos, miedos o fobias. Después de todo, el perro es un animal sociable que vive en una manada, por lo que necesita una familia y entender su papel en la sociedad. No obstante, debe aprender también a ser independiente para no sufrir de ansiedad de separación cuando su dueño no está con él.
En los perros, como en los humanos, parte de la inteligencia es innata, mientras que otra parte es adquirida. En la parte adquirida, la socialización de un perro ciertamente juega un papel fundamental desde que son apenas unos cachorros.
El tipo de cohabitación con el hombre, la forma en que se comporta con sus pares y la capacidad de adaptación se forma durante esta importante fase. La falta de este entrenamiento social o la mala estimulación y/o interacción suele ser el origen de los problemas de comportamiento que el animal llevará consigo el resto de su vida.
Antes de adoptar un cachorro, una buena idea es tener claro lo que hacemos y averiguar dónde ha nacido. Es importante que en los primeros días de vida el perro no haya vivido en un lugar aislado, sin ruidos ni olores. Es preferible un cachorro nacido en casa o en una perrera en las mejores condiciones posibles.
Los estudios han demostrado que los cachorros que nacen en un entorno con muchos estímulos (otros perros, personas, coches, niños) tendrán, por consiguiente, menos dificultades para abordar nuevas situaciones, como una nueva orden o lección.
Cuando el sistema nervioso del cachorro se desarrolla, (alrededor de 4 semanas de edad), la socialización con otros seres vivos y con el mundo que le rodea debe ser correctamente estimulada.
Durante la primera fase de la vida es vital que el perro permanezca con sus hermanos y su madre por lo menos durante los 2 primeros meses. Es aconsejable exponer al cachorro a los estímulos diarios de la vida para que el perro aprenda que no son peligros.
El ciclo de socialización en los cachorritos puede variar según las condiciones específicas y la raza del animal. Pero, básicamente, es el siguiente:
- De 3 a 8 semanas, los cachorros aprenden a reaccionar con otros perros. Esta socialización se denomina socialización primaria.
- Desde las 5 u 8 semanas, hasta las 12 semanas, aprende a interactuar con personas y otras especies de animales. Se llama socialización secundaria.
- Desde las 5 o 12 semanas hasta las 16 semanas, exploran sus alrededores con mucha más seguridad y curiosidad animal.
En cada fase es determinante la atención completa de su dueño, ya que el animal irá mostrando su personalidad y avanzará según el entorno que le rodea. Desde luego, es bueno siempre tener en cuenta la opinión del médico veterinario de cabecera.
La interacción con el mundo que les rodea juega un papel fundamental en la formación del carácter y por lo tanto en ser una buena mascota. Por eso, no debes aislarle de nada, especialmente cuando son tan pequeños. Tres meses de edad es el límite máximo en el que se puede tener lugar la socialización sana.
Si, por ejemplo, dentro de este período no entra en contacto con los gatos, es probable que durante el resto de su vida no pueda tener una relación saludable con el felino. Tiene que acostumbrarse a diferentes ambientes, diferentes ruidos y olores. Sólo adoptando los cambios aprenderá a no temer a las novedades.
Aunque todo el proceso es bastante complejo, existen algunas recomendaciones generales que no pueden dejarse de lado:
- Hay que manejar todo con una actitud positiva y proactiva, pero también con mucha paciencia.
- Hay que estimularlo a estar en compañía de otros animales y personas nuevas, haciéndole hacer experiencias diferentes, como sacarlo a pasear después de haber protegido cuidadosamente su salud con las vacunas necesarias. Esto le permitirá sentirse bien consigo mismo, sin canalizar en agresión las emociones de miedo y ansiedad.
- Una opción es ponerles música y películas variadas. Esto les acostumbrará a los sonidos con los que frecuentemente se relacionan los humanos. Del mismo modo, darles un espacio a la hora de ver TV puede resultarle bastante estimulante.
- No es bueno aislarlos cuando se reciban visitas en la casa. Por el contrario, es el momento perfecto para relacionarlos con otros animales y seres humanos. Es bueno no ser demasiado invasivo, ya que esto puede ser contraproducente para el desarrollo social del animal.
- También es muy importante enseñarle cuáles son las normas en la casa para él. Esto se aplica delimitando muy bien sus espacios de juego, su descanso y su alimentación. De esta manera, será mucho más sencillo incentivar un sentido de disciplina que lo acompañará hasta que sea un adulto.
- Bajo ninguna circunstancia debe permanecer encerrado y/o amarrado todo el tiempo. Esto lo llenará de mucha ira y crecerá con un instinto agresivo (hasta para sus dueños). No hay que creer que los perros son guardianes de la casa, son seres emocionales y son bastante sensibles.
- El aseo y cuidado de su cuerpo también es bueno para ayudarles a adquirir hábitos rutinarios y los haga más disciplinados.
- Cuando ladra o resulta demasiado agresivo, está comunicando su malestar. Observando su actitud será posible mejorar su comportamiento respetando su personalidad.
Si se llegan a presentar comportamientos extraños e impulsos efusivos de agresividad, lo más recomendable es buscar la ayuda de un experto, así será más sencillo evaluar cuál es el mejor método para alcanzar una socialización mucho más satisfactoria.
Miedo y ansiedad en perros
Es normal que los perros sientan miedo o ansiedad frente a situaciones nuevas. No fuerces a tu perro en estas situaciones, dale tiempo para adaptarse. El refuerzo positivo puede ser útil para asociar nuevas experiencias con resultados positivos. Si el miedo persiste, considera consultar a un profesional del comportamiento canino.
Agresión y cómo manejarla
La agresión en perros, que puede ser un signo de miedo o inseguridad, requiere intervención inmediata. Redirige su atención de manera segura, utiliza comandos básicos para controlar la situación. Si la agresión es persistente o severa, es recomendable buscar la ayuda de un adiestrador profesional o un especialista en comportamiento canino.
Un perro adulto con desórdenes de comportamiento requiere la intervención de educadores y la asistencia a clases de socialización. Por esta razón, el propietario debe prestar atención a las actividades de socialización desde la etapa de cachorro. Es importante que el cachorro tenga contacto con la gente, el medio ambiente y otras mascotas.
El perro aprende muy rápidamente a asociar ciertas señales con acontecimientos inmediatos, ya sean agradables o desagradables. Por ejemplo, el tintineo de las llaves puede hacer que el perro entienda que es hora de dar un paseo, aumentando así su agitación, aunque sólo haya movido las llaves su portador.
¿Cómo socializar un perro adulto?
Cuando no hay socialización temprana, el animal ya adulto tendrá que asistir a clases de socialización.
Las clases tienen como objetivo desarrollar las habilidades sociales de los perros y ayudar a resolver los problemas que surgen cuando la interacción entre las diferentes especies aparece. Estas sesiones no son sólo para reunir a los perros y ya, sino para proporcionar una herramienta que les permita interactuar de forma segura para ellos mismos y para otros.
Decir que ciertas razas son más inteligentes que otras no tiene mucho sentido. En cambio, se puede hablar de razas que son más adecuadas para llevar a cabo ciertas "tareas" que otras. Esto es un aspecto que siempre se debe tener en cuenta en el momento de ayudarle a relacionarse con el entorno.
Del mismo modo, los factores de crianza, el trato, e incluso la alimentación, pueden llegar a ser determinantes. Lo más recomendable detallarle todo al experto en el área.
De hecho, los diferentes tipos de entrenamientos caninos profesionales no se forman de acuerdo a la edad, raza o sexo del perro sino de acuerdo a la personalidad, habilidades y capacidad de socialización.
Durante estos encuentros, el animal no debe ser forzado a hacer algo, sino al contrario, debe ser dejado libre para expresarse dentro de ciertos límites. Dependerá de varios factores dejarlo libre o mantenerlo con una correa durante la interacción.
Una de las principales formas de aprender a relacionarse es a través del juego. De esta manera, el animal puede relacionarse con otros animales similares de diferentes edades y razas. Obviamente, antes de que se produzca el contacto, es obligatorio que reciba todas las vacunas para evitar que contraiga enfermedades de diversa índole.
Lo más aconsejable es tratarlo con mucho tacto, hablándole con voz suave, pero siendo lo suficientemente firme. Además, no hay que olvidar tener ciertas precauciones. Las barreras físicas (como una correa) son herramientas que pueden ayudar a proteger al animal. Por otra parte, el uso del bozal debe usarse en las primeras etapas a fin de comprender y evaluar el comportamiento.
Esta tarea puede parecer ardua, sin embargo, con todas estas recomendaciones -y mucho mucho amor- el perro conseguirá relacionarse mejor con su entorno.
Clases de adiestramiento y grupos de socialización
Las clases de adiestramiento y los grupos de socialización pueden ser una excelente forma de ayudar a tu perro a aprender a interactuar con otros perros y personas de manera segura y controlada. Busca clases que utilicen métodos de refuerzo positivo.
Recursos en línea y libros
Hay una gran cantidad de recursos en línea y libros disponibles que pueden ayudarte a entender mejor el comportamiento de tu perro y a adiestrarlo de manera efectiva. Algunos libros recomendados incluyen "The Other End of the Leash" por Patricia McConnell y "Don’t Shoot the Dog!" por Karen Pryor.
La socialización y el adiestramiento son vitales para el desarrollo de un perro equilibrado y feliz. Aunque puede llevar tiempo y paciencia, los beneficios de tener un perro bien socializado son innumerables. Con la información correcta y los recursos adecuados, puedes ayudar a tu perro a convertirse en un miembro feliz y seguro de tu familia.
Preguntas frecuentes
- ¿A qué edad debería comenzar la socialización de mi perro?
- La socialización de un perro debe comenzar tan pronto como sea seguro y práctico, generalmente alrededor de las 8 semanas de edad.
- ¿Qué hago si mi perro parece asustado durante la socialización?
- Es importante darle tiempo a tu perro y no forzar la situación. Si el miedo persiste, considera buscar ayuda de un profesional del comportamiento canino.
- ¿Cómo puedo usar el refuerzo positivo en el adiestramiento de mi perro?
- El refuerzo positivo implica premiar al perro cada vez que realiza un comportamiento deseado. Esto puede hacerse con golosinas, elogios o juguetes.
- ¿Es necesario adiestrar a mi perro si solo estará en casa?
- Sí, incluso los perros que no salen de casa necesitan ser socializados y adiestrados para evitar problemas de comportamiento y asegurar su bienestar.
- ¿Puedo socializar a un perro adulto?
- Sí, aunque puede ser más desafiante que con los cachorros, los perros adultos también pueden aprender a socializar con paciencia y la técnica adecuada.
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